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Diseña tu propio Cupido · Adiptos a la Escritura · Proyecto Febrero

(Esta es una entrada programada)
Mes de febrero y nuevo proyecto para Adictos a la Escritura. En esta ocasión reinventamos a Cupido, a ver que os parece como ha quedado el mío :)

Jornada loboral

Abandonó con elegancia la puerta giratoria y con las manos en los bolsillos del pantalón gris arsénico que vestía, se adentró en el vestíbulo, un espacio monumental, luminoso, fresco, de suelos pulidos que reflejaban un universo invertido de techos y paredes lujosamente embellecidos con frescos que representaban, con gran profusión de formas y colores, los siete pecados capitales. El puesto de vigilancia, situado justo en el centro del despejado espacio, estaba presidido por dos guardas de seguridad uniformados. Sus rostros adustos de curtidos cancerberos no experimentaron cambios al verlo entrar, pero sus ojos inquisitivos y fúlgidos le siguieron hasta que desapareció tras las puertas de uno de los numerosos ascensores que se alineaban al fondo del vestíbulo. Aprovechó los segundos de trayecto hacia el piso trece, para atusar los mechones de su entrecana cabellera castaña, peinarse las tupidas cejas y recolocar con un parco gesto, el cuello entreabierto de su costosa camisa violácea.

Al salir del ascensor se cruzó con una exuberante mujer de lustrosa cabellera negra, apetitosos pechos, asomados con lujuria al generoso escote de su traje sastre, caderas provocadoras, piernas infinitas y pies pequeños enfundados en un par de zapatos de agudo tacón. Enmarcando su esbelto cuello lucía un collar de grandes y nacaradas perlas y ciñéndole la cintura, un ancho cinturón adornado con remaches metálicos.

—¿Has vuelto a confundirte, Kalika? —sugirió al pasar junto a ella—. Tu planta es la once: “Departamento de muerte y destrucción”. Te pesan los milenios, querida.

Durante el lapso de un parpadeo, el hermoso rostro de la mujer se trasmutó en un trozo de carne enrojecido y grotesco, herido por una boca de la que escapaba una lengua ponzoñosa y larga, y presidido por unos ojos desorbitados, sanguinolentos y furibundos.

Avanzó risueño, desentendiéndose de la mujer y sus afirmaciones, gritadas a pleno pulmón mientras las puertas del ascensor se cerraban, a cerca de su escasa potencia sexual. Cada paso de su elástico y fibroso cuerpo resonaba en el silencio artificial de largo pasillo, decorado con murales que exhibían sensuales y voluptuosas escenas eróticas protagonizadas por hombres, mujeres y animales. Las dobles puertas que cerraban el corredor, de madera y tachonadas de pequeñas esferas doradas, se abrieron lentamente hacia dentro permitiéndole la entrada a una amplia sala de espera decorada con un sencillo estilo loft. Dos hombres, semejantes a él en físico, elegancia, atractivo y madurez, se encontraban sentados en sendas sillas metálicas. Su llegada apenas les hizo levantar la mirada de las revistas que leían; solo mostraron interés cuando le vieron dirigirse con aplomo a la puerta acristalada que se hallaba al otro lado de la estancia.

—Aguarda tu turno —le exigió uno de ellos con destemplado acento.

—Déjalo —le recomendó el otro, parapetado tras la revista—. Es el hermano Olivier. No le provoques.

Empujó la puerta, recreándose en la satisfacción que le producía que sus hermanos pronunciaran su nombre con tan mal disimulado temor, y la cerró a su espalda. La pequeña habitación en la que ingresó olía a tabaco y sudor y estaba mal iluminada. En el centro, bajo una lámpara que pendía del techo y que proyectaba una luz blanquecina, había un escritorio, y sentado ante él, un hombrecillo calvo, de ojillos de insecto y gesto quisquilloso, que pulsaba velozmente las teclas de un portátil.

—¿No sabes llamar a la puerta? —gruñó sin mirarlo—. Debería mandarte fuera de una patada.

Olivier, sin ocultar la repulsión que aquel individuo en mangas de camisa le provocaba, se sentó en la silla que había frente al escritorio.

—Tengo prisa —adujo apático. Sacó del bolsillo de la chaqueta un pen drive minúsculo y lo tiró sobre la vacía mesa.

—¿Cómo te ha ido? —inquirió el hombrecillo, sin que la expresión aburrida de su rostro denotara interés alguno.

—Aceptable. En San Valentín, ya se sabe, los humanos necesitan más que nunca que los amen —Señaló con el mentón hacia el pen drive—. Todo está ahí. Consulta el informe.

—Ilústrame —le ordenó, abstraído en su pantalla.

Olivier contó hasta diez mentalmente para apaciguar su irritación; algún día perdería la paciencia y como hacia con los miserable mortales, inspiraría en el alma de aquel tipejo un amor imperecedero por alguno de los Ghoul que trabajaban en el “Departamento de enfermedades purulentas”.

—Cuatro casos de amor no correspondido —comenzó a enumerar—: el típico perdedor de instituto enamorado de la animadora estrella, un ama de casa del compañero de su hijo adolescente, un padre maduro de su mejor amigo heterosexual y un cura sexagenario de su feligresa más beata. En el ámbito de los correspondidos: dos casos de incesto, entre dos hermanos y un padre y su hija. Aparte teneos tres mujeres con antecedentes de malos tratos enamoradas de sendos hombres alcohólicos y violentos. Un profesor universitario…

—Espera —El hombrecillo alzó la mano y por primera vez dirigió sus ojos diminutos y punzantes hacia Olivier—. ¿Todos amores infortunados? Ya sabes la consigna del Gran Jefe: un emparejamiento exitoso y duradero por cada diez futuros fracasos. No es conveniente levantar sospechas entre los humanos, ¿lo has olvidado?

Olivier soltó un arrogante bufido.

—¿Crees que soy el mejor de todos los del departamento por nada? Examina el informe y deja de hacerme perder el tiempo.

El hombrecillo, a regañadientes, conectó el pen drive al puerto y durante los siguientes minutos estudió los datos que desfilaban por la pantalla. Cuando concluyó, una sonrisa dentada se ensanchó en su desaliñado rostro.

—Sin duda eres un hijo de puta retorcido —comentó, lamiéndose con lentitud los labios en un deleitoso gesto—. Me cuesta decirlo, pero he de admitir que admiro tu especial habilidad para susurrar en sus almas y convencerlos de los amores más descabellados. Y tu perversión a la hora de escoger quién se enamorará de quién, es algo inimitable.

—Gracias —dijo escuetamente al tiempo que se levantaba de la silla.

—Sabes Olivier —El hombrecillo cruzó los dedos y pensativo, apoyó en ellos la barbilla—. No me hizo muy feliz mi traslado aquí; el “Departamento de amor y otros males menores” me parecía una subdivisión de la Compañía poco útil para los intereses del Gran Jefe, una perdida de tiempo y recursos. Pero empleados como tú me han hecho ver el amor como la destructiva maldición que es en realidad. ¿O acaso los humanos no mueren por amor, no matan por amor, no odian por amor, no enferman por amor, no traicionan por amor, no mienten por amor? ¡Ah! —suspiró—. ¡Qué arma para el mal tan exquisita!

Olivier se encogió de hombros con indolencia.

—A mí no me tienes que convencer. Llevo milenios ejerciendo de Cupido, ¿recuerdas?

Se volvió hacia la puerta con intención de marcharse, pero la voz del hombrecillo, pausada y reverencial, le detuvo.

—Los humanos suelen decir que la mayor astucia del Gran Jefe es haber hecho creer al mundo que no existe —Al mirar por encima del hombro, Olivier vio el rostro del tipo encendido por una expresión de embriagador y cruel goce—. Pero en realidad consiste en haber persuadido a la humanidad de que el amor es el mejor y más hermoso don que el Innombrable les ha otorgado —Inclinó la cabeza a un lado en un gesto casi dulce, antes de añadir—. ¿No te parece una jugada sublime, Olivier?

16 comentarios:

→Tinuwel← dijo...

:O ¿no hay más? :P :P :P
Me ha encantadoooooo!!!!

Cuqui. dijo...

Magnifico,quiero mas!! Un beso enorme.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho

トモエ Ángela dijo...

Desde la primera linea quede enganchda, muy buen relato y mas el titulo del departamento de cupido, y el final abierto remata muy bien la conversación, definitivamente muy instructivo tu texto.

Lunella dijo...

Otro relato que viene a romper mi esquema de cupido XD muy original también, me he quedado como que picada espeor leer mas XD

Patricia K. Olivera dijo...

Guau, este Cupido rompiendo esquemas me ha impactado!!
Me mantuvo en vilo desde el principio, una historia muy original de principio a fin!!

Saludos!!

lizet dijo...

Bueno, que imagen de cupido desconcertante! Me gusto mucho, hay màs?

sakurainue dijo...

tienes una habilidad especial, un don para mostrarnos un lado raramente observado de las cosas.

Mis respetos Nut, no puedo mas que inclinarme ante tu talento, estoy segura que nos seguiras sorprendiendo, no dejes de escribir

osnolasaga dijo...

¡Dios! Un Cupido retorcido y malvado, me mola bastante.
El hombre para el que trabajaba cuando habla me recuerda a un empresario multimillonario decidiendo sobre lo que debe darse en san Valentín para que la gente comprase masivamente.
Sí que podría ser como un arma, nunca lo hubiera pensado así.
¡Me ha gustado!
¡Un besito!

María Angélica Teherán dijo...

¡Hola! Me ha encantado la forma como lo has enfocado...Está todo muy bien...De verdad, me alegra haber leído...Y al parecer, muchas vemos al amor mal porque salieron unos personajes jajajaja

hada fitipaldi dijo...

Está estupendo todo. Que malísimo es este Cupido! Despiadado, egoísta, con malas intenciones... Y detrás de él hay toda una organización de los más malvada. También me han encantado los diferentes departamentos. Te da para una historia mucho más larga. Besosss

Déborah F. Muñoz dijo...

qué genial!!!!! me encantó!

Jonaira Campagnuolo dijo...

Woaooooo que relato, te quedó genial, estupendo, fuera de serie... muchas felicidades :-D

Dora Ku dijo...

Nut: No cabe duda que tienes una manera muy original de escribir, me da la impresión de que te desenvuelves en la escritura con toda comodidad, como si fuese tu propia piel.
Me dejas intrigada, ¿dices que el innombrable puso el amor en la tierra?, ¿eso quiere decir que el diablo es quién lo maneja?, ¿Eso quiere decir que el amor no viene de Dios?
¡Chiquilla , que cosas aseveras!
En fin... Cariños: Doña Ku

Nut dijo...

Gracias chicas por pasar a leer y por vuestro comentarios :)
No, me temo que no hay más sobre este cupido aunque coincido en que podría dar para alguna historia larga.
Doña Ku, yo sólo dejo caer la idea :)jijijijij

Grennis dijo...

ha estado fantastico!! el lado oscuro de cup jeje!! genial!! Y todo ese misterio sobre el gran jefe a la final ;)

besos!!